Ni Rafa Nadal ni David Ferrer. Ni Djockovic como el año pasado. Este año el vencedor el el Open Mutua de Madrid no ha sido otro que el suizo Roger Federer. Un jugador que cualquier profesor de tenis debería poner como ejemplo, no sólo por su juego, sino también por su actitud dentro y fuera de la pista.
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Roger Federer |
Mientras todos los grandes, empezando por Nadal y Djockovic, no han parado de quejarse por lo resbaladizo de la pista azul, nadie ha escuchado a Roger Federer hacer una crítica. Obviamente, el suizo estaría igual de incomodo que el resto de los jugadores, pero en vez de a quejarse se ha dedicado a jugar. Y ahí están los resultados.
También es digna de admiración la relación de Federer con Rafa Nadal, a pesar del percance surgido hace poco. Rivales en la pista, pero amigos fuera de ella, siempre dispuestos a apoyarse el uno al otro cuando sea necesario. Un ejemplo para enseñar a los más pequeños que se están iniciando en el deporte que la rivalidad en la competición no impide que en ella se pueden hacer grandes amigos.
Y es que Federer tiene la virtud de no caer mal a nadie. Incluso cuando hace un par de años arrebató el número uno a Nadal, en nuestro país no se le ocurría hablar mal del suizo ni siquiera a los más acérrimos admiradores del tenista mallorquín. El estilo de Roger tanto dentro como fuera del campo nos ha ganado a todos.
En definitiva, aunque a todos nos hubiera gustado ver a un español triunfando en Madrid, a nadie disgusta demasiado ver a Federer llevándose el torneo. El estilo ha triunfado en Madrid.
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