jueves, 31 de mayo de 2012

Isner y los partidos interminables

Seguramente la mayoría de los aficionados al tenis recordaréis aquel encuentro en el que Isner y Mahut tardaron más de 11 horas en terminar un partido, convirtiéndose en el encuentro más largo de la historia. Pues bien, en el momento de escribir este artículo el mismo Isner lleva ya más de 5 de partido. Y también frente a un francés.

John Isner
La situación es prácticamente la misma: Grand Slam (esta vez ha sido Roland Garros y la otra Wimblendon), empate a dos sets y tie-break en el último. Un tie-break que no hay forma humana de desempatar. Parece que Isner se está convirtiendo en todo un especialista en este tipo de encuentros, que parecen no tener fin.

De hecho, estaba previsto para esta misma tarde un partido del cuadro femenino entre Sharapova y Morita, que ha tenido que suspenderse a causa del interminable encuentro. Y son muchos los que ironizan en las redes sociales (en broma, claro está) diciendo que debían prohibir enfrentamientos de Isner contra franceses en Grand Slams.

Cuando suceden este tipo de partidos largos, hay división de opiniones. Para muchos es un gran espectáculo, para otros un aburrimiento. Realmente, no creo que nadie pasara las 11 horas que duró aquel partido contra Mahut delante del televisor disfrutanto del juego. Pero la unica solución sería poner un límite de tiempo a los partidos de tenis, y la mayoría estarán de acuerdo en que eso rompería gran parte de la magia de este magnífico deporte.

Lo peor de los partidos largos se lo lleva, sin duda el que los pierde. El estado de ánimo de Mahut después de 11 horas dejándose la piel para luego no conseguir nada no se lo deseamos a nadie. Pero el dolor, la derrota y el sufrimiento también son parte del deporte.

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